Luis Chamizo cautivó de nuevo a los guareñenses.
“Homenaje” tituló la directora de la Escuela Municipal de Teatro de la localidad, Eva Romero Borrallo, y tributo recibió el protagonista que no era otro que el insigne vate extremeño, Luis Chamizo Trigueros.
Era un reto para los actores de la localidad, también vecinos de Cristina, actuar con el verbo castúo delante en su complicada vocalización, recitar diferentes versos que recoge la obra chamiciana.
Nervios en la primera función de las 18’30 horas y más relajados en la segunda de las 20’30 horas. Lleno absoluto en la sala para ambas funciones en una tarde fría de domingo, que otra actividad hubiera destacado localidades vacías. Pero Chamizo volvió a cautivar a sus vecinos y los actores adscritos a la Escuela Municipal de Teatro salvaron el gran obstáculo que supone memorizar en menos de un mes versos en habla castúa. El acento estuvo garantizado por ser nativos la mayoría de los actores en la cuna del poeta.
La escenografía singular repleta de ropajes pudo vestir a un Chamizo que apareció en las tablas musculizado, simulando su nacimiento y a la vez recordando el Madrid bohemio de su última etapa. Cuando consiguió completar su vestimenta la nostalgia le llega a recitar su recuerdo a Guareña y su deseo de descansar en ella.
La viña del tinajero, la juerza d’un queré, el Desconcierto, la Nacencia, Consejos de tío Perico, Compuerta… jirones de versos en castúo recorrieron toda la sala durante los 45 minutos que duró la función, y Chamizo como testigo presente, aprobó con nota el Homenaje que le rindió los actores de la Escuela Municipal de Teatro.