Asociación 'Luis Chamizo'

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Edición monográfica de El Carro dedicada al proyecto Tarteso en Comunidad y al yacimiento Casas del Turuñuelo

La charla será este viernes a partir de las 20hrs en el Centro Cultural

La revista cultural El Carro de la asociación Luis Chamizo, presenta de forma virtual su edición número seis, un monográfico dedicado al proyecto Tarteso en comunidad y al yacimiento Casas del Turuñuelo.

Así la edición de este año que comienza se muestra más científica que nunca, reuniendo entre sus páginas a arqueólogos, investigadores, historiadores… que hablan sobre la incidencia del hallazgo descubierto hace unos seis años y el resultado que está ofreciendo a expertos y científicos del más grande yacimiento del mediterráneo occidental hallado en Guareña (Badajoz), según dicen los expertos.

Se han publicado 200 ejemplares a todo color. Serán repartido por los asociados del colectivo chamiciano, colaboradores, colectivos culturales de la localidad, biblioteca municipal Eugenio Frutos y bibliotecas de centros educativos de la población, así como algunas Casas de Extremadura en España.

Con un tratamiento medido e hilado conforme a la estructura temática de la tirada, en este Carro se cargan las siguientes secciones: lleva su página de créditos con el SUMARIO que presenta el contenido de la edición, además de la EDITORIAL; se recogen seis artículos de OPINIÓN; seguidos de otros apartados referidos a HISTORIA, GASTRONOMÍA, LITERATURA, TURISMO, ARTE, ARQUITECTURA y HUMOR. Una gran y variada carga relacionada con la cultura tartesa que proporciona el Turuñuelo.

Sus editores esperan que el contenido de esta tirada resulte placentero a la lectura y al conocimiento que de ella se obtenga.

Escriben por este orden: el presidente de la asociación, Pedro Fernández, en la editorial de la revista; Esther Rodríguez (codirectora del yacimiento), Sabah Walid y Juanjo Pulido (arqueólogos), nos hablan del proyecto Tarteso en Comunidad; Pilar Iborra y Silvia Albizurri (especialistas en la arqueología arqueozoológica, biología y veterinaria, tratan de analizar la vida y muerte de los animales aparecidos y cómo reconstruir la historia de la hecatombe; también Sabah y Juanjo exponen cómo se construyen patrimonios comunes en Guareña; el historiador Ángel León relata cómo los medios de comunicación multiplican el impacto mediático de la noticia; el sociólogo Pedro Miguel López habla de la repercusión y vinculación social del yacimiento arqueológico de Casas del Turuñuelo; el director de la prensa decana de España, Julián Quirós, espera que alguien que sepa nos pueda contar a los demás aquel épico y misterioso final de aquellos paisanos nuestros de hace 25 siglos; y el cronista oficial de Guareña, Juan Ángel Ruiz, se hace eco de la repercusión del Turuñuelo recordando a su profesor de historia antigua cuando en 1987 le recomendó la lectura de La Civilización de Tartesos, de Juan Maluquer de Motes, un libro que simboliza "la primera cultura urbana occidental".

En cuanto a la gastronomía, los dulces tartesitos elaborados por la asociación de mujeres La Nacencia, ponen el acento delicioso con las letras de Eladia Díaz.

Manolo Romero con su poema Antes de que Guareña fuese, nos sitúa en el sitio de aquellos que poblaron El Turuñuelo.

La visita del hispanista escritor Ian Gibson al yacimiento causó sorpresa a los arqueólogos por el interés que mostró el anciano irlandés, según refleja la redacción de El Carro.

El concejal de cultura en el Ayuntamiento de Guareña, José Luis Álvarez, escribe sobre la repercusión que tendrá el yacimiento como factor determinante para el desarrollo del turismo y el impulso de la economía de Guareña.

Imágenes del Turuñuelo, de los hallazgos de interés aparecidos y visitas de grupos al yacimiento, completan tres páginas.

El artista Damián Retamar plasma sus sensaciones con el material recogido en el yacimiento, tierra de hace 2.500 años, y la emplea para componer su obra pictórica Ilustres de Guareña en el Turuñuelo.

Sebastián Celestino lamenta el atraso de dos años en las excavaciones y el desprecio a la cultura por parte de la propiedad.

Y el punto y final de la revista lo recoge el humorista Jorge Moraga con sus viñetas de Historias del Betún.

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